viernes, 17 de agosto de 2012

LABRADOR


Por su robustez y resistencia a los cambios de clima no necesita demasiados cuidados. Pasarle una o dos veces a la semana un guante de hule para abrillantar y quitar el pelo muerto, no necesita un calor especial ya que su pelo lleva debajo un manto protector que impide que el frío, el agua o el calor le dañen la piel.

Cuando un labrador está mojado, lo único que en realidad está húmedo, es su pelo, ya que su piel está seca debido a este impermeable que lleva debajo del pelo. En cuanto al lugar donde debe vivir, no tiene mayor importancia, prefiere vivir en un departamento pequeño y ser atendido por sus dueños, que en un gran espacio y que sus dueños no le hagan caso.

Son proclives a sufrir displasia de cadera y de codo. Otros problemas en esta raza son la atrofia retinal progresiva y la displasia de retina, por lo que los Labradores deberían ser examinados anualmente por un veterinario oftalmólogo.
 
Los Labradores son propensos a algunas alergias de piel suaves. Las infecciones en los oídos son siempre un problema potencial con razas de orejas colgantes.

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